Técnicas especiales: Muros de TIERRA ARMADA

Un muro de tierra armada es precisamente eso, un muro, pero un muro bastante especial, pues se basa en la colocación de unas placas (escamas) de hormigón de medidas y formas variables que se caracterizan por tener un espesor relativamente reducido, pese a lo cual permiten ejecutar muros de gran altura que además actúan como contención del terreno.

Las escamas se montan como una especie de puzzle vertical y se sustentan mediante un sistema de flejes perpendiculares sobre los que se deposita la tierra debidamente compactada.

La primera vez que me topé con este tipo de trabajos, no tenía ni idea de por dónde empezar en lo referente a seguridad, pero afortunadamente la empresa proveedora me facilitó alguna documentación respecto a las técnicas de ejecución que me sirvieron para elaborar un procedimiento de trabajo que poco a poco he ido completando con la experiencia y que he utilizado en mis obras desde entonces. Las imágenes de la ejecución y algunos de los textos contenidos en este artículo proceden de la misma fuente, el resto son de mi cosecha.

Como siempre, os recuerdo que esta publicación ni es un manual infalible ni sienta norma, simplemente sirve para que aquellos que nunca han trabajado con estas técnicas, puedan orientarse y obtener sus propias conclusiones, porque nadie nace «aprendido».

Ejecución:

La ejecución de un muro de tierra armada se puede dividir en 5 pasos o fases que se repiten hasta finalizar el muro en ejecución y que serían:

NOTA: El procedimiento podría experimentar alguna variación, por lo que siempre se debe consultar al fabricante, proveedor o empresa responsable del montaje.

Fase 1 Descarga y apilado de las escamas de tierra armada y flejes.

Mediante el útil de izado o mediante eslingas (para un máximo de 2 escamas) se descargan las escamas y se acopian en el suelo en acopios de un máximo de 6 escamas separadas por tacos de madera.

Fase 2 Carga en el camión de escamas necesarias para montaje de una línea.

Se realiza como la fase 1 pero a la inversa.

Esta fase puede eliminarse si la descarga de escamas se distribuye por la zona de colocación definitiva.

Fase 3 Colocación de las escamas.

1. Se desmontan los gatos que sujetan la línea de escamas anteriormente colocada.
2. Se coloca la banda de corcho en la parte horizontal de las escamas.
3. Se fija la escama a colocar mediante el útil de izado.
4. Se  desplaza  la  escama  mediante  camión  grúa  hasta  la  vertical  de  la  posición  de montaje.
5. Se  ajusta la pieza  en  su  posición definitiva  mediante  palanca  y  se comprueba su correcta horizontalidad y el  desplome.
6. Se coloca poliuretano en la línea de unión de las piezas ayudándose de una cuña y se fijan los gatos de sujeción.
7. Se desengancha en útil de elevación.
8. Las  cuñas  nunca  se  colocarán  en  el  interior  del  paramento,  nunca  permanecerán colocadas en más de tres filas y no quedará ninguna en el paramento cuando se haya concluido el montaje.
9. Cuando exista riesgo de caída de altura se colocan elementos de barandilla para proteger los huecos entre escamas alternas, que se irán retirando al introducir nuevas escamas.

Fase 4 Descarga, extendido y compactación del relleno de tierras.

1. Mediante pala cargadora o similar se distribuye la tierra sobrepasando la altura de los anclajes de los flejes de las escamas del nivel inferior de la línea.
2. Mediante rodillo o compactadora en el caso de las terminaciones en la zona próxima a la linea  de  montaje,  se  aplana y  compacta  el  relleno  de  tierras  hasta  quedar completamente compactada a espera del examen por personal competente.
3. La compactación NUNCA se realizará en sentido perpendicular a la línea de escamas.

Fase 5 Colocación de flejes.

1. Los flejes se colocan atornillándolos a los anclajes.
2. Una vez alcanzada esta fase (5) se reinicia el procedimiento desde la fase 3 hasta finalizar el paramento.

Asegurando los trabajos:

Como habrán podido observar, la ejecución de un muro de tierra armada no es excesivamente complejo, pero la dinámica de su ejecución condiciona el sistema a emplear para eliminar el riesgo de caídas a distinto nivel.

No es posible utilizar otro sistema que la instalación de barandillas de borde, que han de ascender y evolucionar con la ejecución y que además presentan una particularidad, los gatos de las barandillas se encastran en vertical en las escamas del muro.

Existe una buena variedad de gatos y pies de anclaje para postes de barandilla de borde en el mercado, especialmente para su instalación sobre estructuras metálicas, donde existen soluciones para casi cualquier posicionamiento por raro que sea, pero cuando se trata de estructuras de hormigón, básicamente nos encontraremos con sistemas embebidos o atornillados en el muro o gatos o mordazas de anclaje horizontal.

Solo algunas marcas comercializan gatos de anclaje vertical o multiposición, pero por sus características no se adaptan demasiado bien a los muros de tierra armada, estando pensados más bien para estructuras fijas e instalaciones de cierta duración, mientras que como indiqué anteriormente, los muros de tierra armada exigen un sistema que se eleve simultáneamente con el propio paramento.

Visto el problema optamos por una solución especial, diseñando y fabricando por nuestros medios una mordaza vertical que adecuadamente utilizada nos permitía avanzar manteniendo siempre protegidos los huecos.

Se trata de algo sencillo, pues a grandes rasgos se trata de una pletina de hierro plegada en «U» invertida a la que se le suelda un tramo de tubo que se encastrará en el poste de la barandilla y en su parte inferior se añade un tornillo de fijación para evitar que se deslice la pletina. (No se incluyen dimensiones pues estas van a depender de las que tengan las escamas)

El resultado ha sido mucho más resistente de lo esperado, pues superó con creces una prueba a la que fué sometida de forma accidental al ser arrastrada la barandilla por una retroexcavadora, deformándose los postes e incluso siendo arrancados de cuajo, pero sin dañar o alterar en absoluto el gato de anclaje.

Con la práctica se fueron descubriendo algunas posibilidades de colocación que permitían proteger huecos en momentos críticos, como es el caso de momentos de transición entre relleno e instalación de nuevas hiladas de escamas. Además el diseño compacto de nuestra solución permite el trabajo de relleno sin entorpecer los movimientos de los equipos de trabajo.

Cuidado con lo obvio:

A veces lo más obvio es precisamente lo que más se descuida, en este caso la espectacularidad de la ejecución y el riesgo existente de caídas a distinto nivel puede distraernos de otros riesgos igualmente presentes, como los derivados de la elevación de cargas o los generados por las maniobras de relleno y compactado.

Para los primeros basta aplicar las medidas habituales para ese tipo de trabajos, pero para los segundos es importante contemplar algunas medidas adicionales de seguridad.

El relleno y compactado consiste básicamente en depositar tierra sobre los flejes y compactar dicha tierra con rodillos compactadores y los problemas pueden aparecer cuando el espacio es reducido o cuando existe mucho movimiento de vehículos en la zona.

En el caso de espacios reducidos es importante evitar la presencia de peatones durante el relleno y compactación.

En el caso de tráfico intenso es necesario contemplar zonas de seguridad, tanto para los trabajadores durante el montaje, como para la propia integridad del paramento, pues se debe evitar la alteración de las cargas sobre las escamas. Recordemos que una norma básica es que la compactación se ejecute en paralelo a la línea de escamas y nunca en sentido perpendicular a estas pues se ejercería un empuje sobre el paramento que podría dañarlo.

Básicamente estos son los problemas más complejos (dentro de lo habitual) que vamos a encontrarnos.

Espero que os sirva de ayuda.